Rutas por Berlín

Bikini berlin, uno de los hoteles míticos de la parte Oeste durante la Guerra Fría. Se encuentra en la Budapester Straße  ©Iñigo Pedrueza

Berlín es una ciudad con mucha historia, llena de monumentos, zonas naturales y zonas para hacer compras y salir de marcha. Muchas de las rutas, la mayoría, se pueden hacer andando o en bici, le mejor medio de transporte en Berlín desde la primavera hasta el otoño. A continuación les ofrecemos sólo algunas ideas de recorridos y tours que pueden hacerce ya sea de manera personal o contratando los servicios de guías o empresas.

Las rutas que les proponemos son temáticas y los ligares, monumentos o parques libremente intercambiables. nuestra idea es darles sugerencias para que cuando se vayan de Berlín sólo piensen en volver para ver lo que no pudieron conocer.

Rutas culturales.

Museos, edificios históricos, palacios, el Parlamento o las iglesias destruidas durante la guerra son sólo algunos de los lugares que deberemos visitar para hacernos una idea de la riqueza del patrimonio de Berlín. Su historia ha sido larga y convulsa, como toda en Europa, y al final, en el mundo entero. Los monumentos construidos por los Reyes de Prusia, durante la complicada primera mitad del siglo XX y los de la división de la Guerra Fría se confrontan a los nuevos rascacielos que se estaño construyendo en Berlín.

Ruta del Muro de Berlín.

Seguir el antiguo recorrido del muro que separó Berlin, Alemania y Europa durante casi cincuenta años, es un viaje en la historia, hacia le pasado y también hacia el futuro. Hacia el pasado porque se ven las cicatrices de la Guerra Fría y hacia el futuro porque la ciudad va curando sus heridas y reutilizando una barrera como un escaparte para el arte y la fraternidad.

Ruta natural.

Los numerosos parques, canales, el inmenso Tiergarten, las afueras de Postdam o Spandau, el aeropuerto reconvertido de Tempelhof son sólo algunos ejemplos de la presencia del verde y la naturaleza en Berlín. Descubrir todo esto en bici es un viaje único.

Ruta de la arquitectura.

Los estilos se superponen en Berlín, desde el clasicismo barroco de los palacios como el de Charlottenburg, hasta los rascacielos de vidrio del siglo XXI. Y en medio la megalomanía del régimen nazi; el espíritu de Weimar; la modernidad recuperada de la escuela de la Bauhaus y de los mejores arquitectos del siglo XX (barrios de Hansaviertel y Siemmestadt,); junto a los reflejos envejecidos del capitalismo y el comunismo confrontados en Berlines opuestos por un muro: Este y Oeste.
Otro viaje único.

La fiesta y el buen ambiente.

Berlín fue un referente en los 80 y 90, vuelve a serlo con barios vivos, bares por todos lados y un ambiente diverso y abierto. La animación de Kreuzberg, Berlín-Mitte, Prezlauer, Neukölln, Charlottenburg o Tempelhof se une a los clubes más modernos de Europa donde la música disco revienta los tímpanos.

Y para los amantes del rock, una ruta complementaria es la de Bowie, Iggy Pop, Lou Reed, Los Ramones y todos los grandes grupos de los años 70, 80 y 90 que visitaron, crearon y vivieron en Berlín.

Konzerthaus Berlin en la plaza Gendarmenmarkt. ©Iñigo Pedrueza.
Konzerthaus Berlin en la plaza Gendarmenmarkt.
©Iñigo Pedrueza.

Y por último una posible ruta para tener al menos una idea general de la ciudad si no disponen de mucho tiempo.

Ruta para  sólo tres días:

Durante el primer día puede visitar el Reichstag (Parlamento alemán), la Puerta de Bradenburgo, el Monumento del Holocausto, el  Parque de Tiergarden, la Columna de la Victoria, la Iglesia de Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche, el Muro de Berlín y el Museo Checkpoint Charlie.

El segundo día sería buen momento para visitar Potsdam, la Colonia Rusa, el Palacio de Sanssoucci y el Barrio Holandés, monumentos claves del periodo de Fedrico II el Grande, rey de Prusia.

El tercer día puede visitar el Campo de concentración de Sachsenhausen, la  Catedral de Berlín, la Torre de TV y el Muro de Berlín de Mühlenstrasse. Todos ellos monumentos muy variados y que nos hablan de la historia de Alemania y del mundo, una historia que no hay que analizar ni olvidar.

Además, para los amantes de los museos la visita de la Isla de los Museos es ineludible: el Museo Pergamon, La Pinacoteca de la Gemäldegalerie; el Neues Musseum; el Museo Judío o el Palacio de Charlottenburg.