Bayreuth es una de las ciudades más interesantes de la región de Franconia, al norte de Baviera. El intenso sentimiento de orgullo Fränkisches de sus habitantes hace que todos ellos hagan de anfitriones cuando llegamos de viaje a la población.

Conocida por impresionante arquitectura y el famoso Festival de ópera, Bayreuth es el destino perfecto que combina cultura, historia, monumentos, tradición, naturaleza y arte.
HISTORIA DE BAYREUTH
Bayreuth cuenta entre sus hitos haber sido residencia de margraves (marqueses), de haber hospedado a Richard Wagner y de ser parte del Patrimonio Unesco de la Humanidad con la ópera de los margraves.
Se cree que Bayreuth fue fundada por los condes de Andechs alrededor del siglo XII, y se menciona por primera vez en 1194 como «Baierrute«. El nombre probablemente proviene de «Rodung«, que significa claro, y «Baier-«, que hace referencia a los inmigrantes bávaros.
La ciudad se convirtió en residencia de los margraves de Brandeburgo-Bayreuth en 1603, lo que propició un importante desarrollo arquitectónico, especialmente en el estilo barroco.

Aunque la Guerra de los Treinta Años causó graves daños Bayreuth se recuperó y continuó desarrollándose como una ciudad importante.
Precisamente, la margravina Guillermina, hermana de rey prusiano Federico II el Grande y esposa del margrave Federico III de Brandeburgo-Bayreuth, desempeñó un papel crucial en la configuración del panorama cultural de Bayreuth. Encargó la Ópera Margravial, uno de los teatros de ópera barrocos más ornamentados del mundo.

También amplió la residencia de verano, los jardines del Margrave, y encargó el Palacio Nuevo, favoreciendo un florecimiento del arte y la arquitectura gracias a a la contribución de los arquitectos italianos.
Bayreuth sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente se convirtió en la capital de la Alta Franconia en 1949 y fundó su propia universidad en 1975.
WAGNER, PERO NO SOLO…
La figura de Richard Wagner sirve de imán para hablar de Bayreuth. No en vano aquí vivió entre 1872 y 1882, trabajó y obtuvo un gran reconocimiento. Incluso sus restos descansan en Wahnfried, la villa donde residía el compositor y su familia en Bayreuth, ubicada junto al teatro de ópera del Festival de Bayreuth.

Richard Wagner se instaló en Bayreuth en 1872 y fundó el Festival de Bayreuth, que se ha convertido en sinónimo de sus obras. El Teatro del Festival se construyó específicamente para las óperas de Wagner y se inauguró en 1876 con el estreno de El Anillo del Nibelungo.
Consecuentemente, la ciudad de Bayreuth vibra con la armonía de las óperas de Wagner, especialmente con el festival de verano, uno de los acontecimientos musicales más importantes de Alemania.

Además, la oficina de turismo propone una ruta asociada a Richard Wagner, con paradas en monumentos, edificios y lugares que tienen que ver con el compositor alemán más célebre.
Pero como decíamos, hay otro personaje histórico de gran relevancia en la historia de Bayreuth, la margravina Guillermina, hermana del monarca Federico II de Prusia. Mujer con especial sensibilidad para la cultura y la música, procuró embellecer la ciudad desde el plano cultural al visual, siendo una de las grandes responsables de que Bayreuth goce del prestigio que hoy posee.
QUÉ VER Y HACER EN BAYREUTH
La ciudad en la que vivió el compositor Richard Wagner, hace gala de su modernidad con destacadas obras de Street Art. Y la histórica fábrica de cerveza de Maisel que ja dado una vuelta de tuerca al concepto, explorando los caminos de la cerveza artesanal o el café de especialidad, ofrece experiencias como la visita a sus túneles, o al impresionante museo temático, uno de los más grandes e importantes de Europa.

Los túneles históricos de Bayreuth: Estos túneles, un laberinto bajo la ciudad, son un mundo oculto de historia. Antaño bodegas de cerveza y refugios de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, ahora invitan a los curiosos a explorar los secretos subterráneos de Bayreuth.
Otro aspecto a destacar de Bayreuth es que su distrito es el que cuenta la mayor densidad de cervecerías (más de 200), carnicerías y panaderías del mundo, algo que aparece en el Libro Guinness de los récords. Si queremos disfrutar de pan de excelente calidad hay que hacer una visita a Bäckerei Konditorei Lang.

El Teatro de la Ópera del Margrave de Bayreuth
Gracias al empeño de la Margravina Guillermina, el teatro de la ópera de Bayreuth deslumbra casi tres siglos después de su construcción entre 1744 y 1748. Los cinéfilos la recordarán como el escenario de la película de 1994 Farinelli.
Con motivo de la boda de la única hija de Guillermina y Federico III de Branderburgo-Bayreuth, Elisabeth Federica Sofía con el duque Carlos Eugenio de Wüttemberg, celebrada en septiembre de 1748; el teatro de la ópera fue inaugurado con actuaciones y conciertos que duraron varias semanas.

Todas las atenciones de las cortes reales europeas estuvieron puestos en Bayreuth, como una exhibición de la opulencia y prestigio de los margraves.
No solo es encomiable el trabajo de decoración y arquitectura barroca, si no que Guillermina no escatimó en recursos para que la funcionalidad y acústica del teatro fuese perfecto. Es por ello que la acústica de las óperas interpretadas está considerada excelente.
El diseño del teatro fue encargado a Giuseppe Galli Bibiena, cuya obra fue dirigida por su hijo Carlo. La familia Galli era una de las más prestigiosas en la época, siendo requeridos para edificios de uso musical en Viena, Berlín o Dresde.
Carlo Galli permaneció en la corte hasta la muerte de la margravina, creando numerosos diseños de escenografía y decoraciones para festivales.
Para el interior se empleo sobre todo madera tallada y ornamentada reproduciendo figuras y escudos, y frescos de reminiscencias clásicas para decorar los techos, con tres niveles de palcos que producen una sensación envolvente.
Además, el efecto de profundidad diseñado en el escenario con varios niveles de lienzos y estructuras, permitía crear una perspectiva digna de elogio para la época.

Con una profundidad de 27 metros y una anchura de 25, el escenario fue uno de los más grandes de su época. La sofisticada maquinaria de bastidores permitió cambiar rápidamente la escenografía y crear efectos especiales.
El momento culminante de las festividades de la boda fue la representación de las óperas Ezio y Artaserse. Sin embargo, el teatro aún carecía de su fachada de piedra; finalizada en 1750 y obra del arquitecto de la corte Joseph Saint-Pierre.
Como curiosidad, Napoleón Bonaparte ordenó llevarse el lujoso telón de terciopelo azul oscuro de la Ópera del Margrave durante la guerra franco prusiana.

Unesco premió en el 2012 a Bayreuth incluyendo al teatro de la ópera de los margaraves en la lista de Patrimonio de la Humanidad, reconociendo al edificio como el único conservado en su especie de estilo barroco.
Entre 2013 y 2018 se llevó a cabo una intensa restauración para preservar los materiales, eliminando las capas que oscurecían el entramado de madera y los frescos. El cuidadoso trabajo de los restauradores se puede observar y apreciar con los audiovisuales del museo, pudiendo escuchar así mismo una interpretación grabada en el teatro.
Marktplatz
Sin duda la calle Maximilianstraße vertebra el corazón de Bayreuth. Aquí se desarrollan multitud de eventos culturales al aire libre o mercadillos, con el telón de fondo de históricas casas y del árbol de mayo, una especie de mástil de madera con los escudos de los gremios de oficios de la ciudad.

En un extremo oeste de la calle encontramos la Spitalkirche, iglesia del hospital de peregrinos en la zona más antigua de la ciudad. La Spitalkirche (Iglesia del hospital), que puede admirarse hoy en día, se remonta a los planos del arquitecto de la corte de Bayreuth, Joseph Saint-Pierre (1708 o 1709-1754), autor de otras joyas arquitectónicas de Bayreuth, como la Iglesia del Palacio, el Palacio Nuevo y la fachada de la Ópera Margravial.

A unos pasos, rodeada de algunas casas barrocas la zona del mercado se ensancha y son varias las fuentes: Neptuno de 1676, la de Hércules, de 1708, y la de la Fama, de 1766.
Antes de llegar al final de la calle podremos advertir la presencia en la esquina con Sophienstrasse de la Mohren Apotheke, farmacia construida entre 1605 y 1610, con frescos históricos.

Mientras que entre calles se «esconde» la Iglesia de la Santísima Trinidad (Stadtkirche Heilig Dreifaltigkeit) es el edificio más antiguo de la ciudad de Bayreuth. Iglesia católica en su inicio, desde la Reforma, ha sido la principal iglesia protestante del Margraviato de Bayreuth y el lugar de sepultura de los Margraves de Bayreuth y sus familias.

Altes Schloss
Continuando por Maximilianstraße se llega al Palacio Viejo (Altes Schloss), edificio renacentista del siglo XVI que fue posteriormente reformado con influencias de estilo barroco a finales del siglo XVII.

Desde 1603 hasta el grave incendio de 1753, fue la sede del gobierno de los margraves. Hoy cumple funciones administrativas, conservando su porte elegante y con la espigada torre octogonal que al parecer se basa en un plano de Leonardo da Vinci, y que permitía ascender a caballo por su amplia escalera de caracol.
Anexa al palacio está lai glesia Schlosskirche conocida como Hofkirche, abierta a una agradable plaza y una fuente, y frente a la ópera de los margraves. Se añadió al conjunto justo después del incendio, entre 1753 y 1758, con un claro estilo rococó. Es la iglesia parroquial católica en la que están las tumbas de Wilhelmine, Friedrich III y su hija Friederike.
Neues Schloss – Palacio Nuevo y parque
El Palacio Viejo (Altes Schloss) un imponente edificio del siglo XVII, ya no satisfacía las crecientes demandas de la corte barroca. Su destrucción a causa de un incendio en enero de 1753 aceleró la decisión de construir uno nuevo, obra de Joseph Saint-Pierre. Así, el Palacio Nuevo se construyó en Ludwigstrasse bajo el mando del Margrave Federico de Brandeburgo-Bayreuth a partir de 1753.
Al igual que en el Antiguo Palacio del Hermitage, su esposa Guillermina ejerció una considerable influencia en el diseño de las estancias. Destacan especialmente el Gabinete de los Espejos Fragmentados, la Sala de las Palmas con su techo dorado, la Sala Japonesa y la Antigua Sala de Música con los retratos de intérpretes musicales y bailarines.

En la planta baja del nuevo palacio, hoy se exhiben los museos «Margravine Wilhelmine`s Bayreuth» y «Bayreuth Fayenza – Colección Rummel», con piezas excepcionales de la manufactura de Bayreuth. Las salas de la Galería (sucursal de las Galerías Estatales de Baviera) albergan pinturas holandesas y alemanas del siglo XVIII.
Las salas del pequeño pero notable Palacio Italiano son un impresionante ejemplo del estilo rococó de Bayreuth en sus manifestaciones posteriores, con sus elementos característicos como zarcillos florales, salas enrejadas y grutas.
El ala sur del palacio alberga la que podría considerarse la obra de arte espacial más significativa del período rococó de Bayreuth: palmeras talladas y doradas, cuyas copas parecen elevarse hacia el cielo, colocadas sobre un revestimiento de nogal de rica veta. Tras la finalización del palacio principal, el Margrave encargó un nuevo palacio para su segunda esposa, Sophie Karoline von, en 1759.

Tras la construcción del Palacio Nuevo, el Jardín de la Corte también fue rediseñado y ampliado. La avenida Mailbahn de 1679, se incorporó al nuevo trazado. Al sur, el Margrave y su esposa construyeron avenidas, setos, arcadas y parterres. A finales del siglo XVIII, el terreno se transformó en un parque de estilo inglés con senderos sinuosos y plantaciones abiertas. Las características básicas del jardín geométrico, con el canal y tres avenidas principales, aún se reconocen hoy en día. El parterre frente al ala sur se reconstruyó en 1987.
Museos de Bayreuth
La cultura se respira en Bayreuth gracias a la presencia de una destacada variedad de museos que van desde la historia, la música, el arte o por supuesto la cerveza.
Haus Wahnfried fue la morada de Richard Wagner durante los años que vivió en Bayreuth. Hoy es museo y sede donde se custodian muchos objetos históricos con su figura y el festival de ópera local. en el jardín está la tumba de Wagner, quién insistió en que no era necesaria una lápida con su nombre, puesto que de sobra sabrían quién yacía bajo ella.
Siguiendo con la música, la alargada sombra de Wagner no ha permitido en ocasiones poner en relieve la figura de Franz Liszt, precisamente uno de los impulsadores de Wagner tanto en el ámbito profesional y en el económico. La hija de Liszt, Cósima, se casó con Wagner después de un sonado escándalo. Franz Liszt murió en Bayreuth en 1886 y en la casa donde vivió se halla un museo con objetos personales del gran pianista.
Jean Paul Friedrich Richter fue un escritor del Romanticismo alemán que pasó sus últimos años en Bayreuth. Su morada es también un museo en el que profundizar sobre su obra.

Cambiando de temática encontramos el Museo Africano de Bayreuth, con una de las colecciones de arte africano más importantes de Alemania. Otro museo del mismo género es el Kunstmuseum Bayreuth, con obras de arte contemporáneo en el edificio del antiguo ayuntamiento (Altes Rathaus).
Y como lo prometido es deuda, acabamos el listado de museos con el Museo de la Cervecería Francona (Fränkisches Brauereimuseum), dentro de las instalaciones de la fábrica de Maysel y renombrado por la cantidad de objetos y maquinaria histórica relacionada con la elaboración de cerveza.
Teatro del Festival de Bayreuth (Bayreuther Festspielhaus)
En Bayreuth Wagner pudo cumplir su propósito de refundar el estilo operístico. Su concepción espacial y musical tuvo fruto con la construcción del Teatro del Festival de Bayreuth, adaptado para interpretar las óperas de Wagner.

El maestro entendía que el foso de la orquesta tenía que estar cubierto por una bóveda de madera para hacerlo invisible y no distraer al espectador, evitando así mismo que el volumen de los instrumentos opacase la voz del cantante.
El Bayreuther Festspielhaus se edificó entre 1872-1875 sobre la Grünen Hügel (la colina verde), siguiendo el proyecto de Gottfried Semper, ejecutado por Otto Brückwald, y escrutinado por un Wagner obsesionado con la acústica. El resultado -patrocinado por Luis II de Baviera- permite que obras como el Anillo de los Nibelungos o Tristán e Isolda, suenen con una melodía exquisita.

Aquí se estrenó Parsifal, la última ópera de Wagner (1882), o Sigfrido y El ocaso de los dioses, las dos últimas partes del ciclo El anillo del nibelungo, representación por primera vez en 1876 en el Bayreuther Festspielhaus.
Siendo uno de los eventos más prestigiosos de la estación musical, no es fácil conseguir entradas para disfrutar del festival que se celebra en julio y agosto en el Bayreuth. Al menos, las visitas guiadas permiten captar el monumental enfoque de las óperas de Wagner, la historia del teatro y su diseño único.
Jardines del Ermitage
A las afueras del centro de Bayreuth se hallan los maravillosos jardines del Eremitage, en una colina sobre el río Roter (rojo). Es otra de las joyas que la ciudad hereda de los margraves que, imitando los refinados gustos de las cortes europeas del XVIII, construyeron una residencia de verano con palacios, jardines, grutas, estanques, fuentes, pérgolas, quioscos e invernaderos.

En 1715, el margrave Jorge Guillermo mandó construir el Palacio Viejo, no lejos de la residencia real de Bayreuth, como centro de una ermita cortesana. En 1725 el espacio que anteriormente fue un coto privado de caza, el margave Federico III regaló un conjunto a su mujer, Guillermina.
Primero amplió el Palacio Viejo e incorporó elementos tradicionales de jardín como bosquetes, arcadas y fuentes. Con la libre disposición de las distintas zonas ajardinadas, la ausencia de un eje central dominante y la independencia de cada una de las estancias, se apartó claramente de la tradición de los jardines barrocos.

Las influencias clásicas se dejan ver en esculturas de la mitología griega, como el templo de Apolo; pérgolas de estilo oriental como el Treillagenpavillon, o ruinas impostadas que servían para glorificar tiempos pasados y dar un aire bucólico y romántico muy al gusto de la época. Al mismo tiempo los jardines siguen las líneas del estilo francés, imitando los del rey francés Luis XIV.

Los edificios más destacables son el Palacio Viejo, el Nuevo y Monplaisir, pero es recomendable pasear descubriendo espacios como el Teatro de las Ruinas -en el que la misma condesa actuó interpretando a Roxane con Voltaire en 1743- o las fuentes del «Untere Grotte» que también tienen un juego acuático.

El llamado Palacio Nuevo (1749-1753) -no confundir con el del centro de Bayreuth- fue el regalo de cumpleaños a Guillermina, con una planta de herradura y ocupado por un orangerie (con árboles frutales), y reconvertido por ella en un lujoso palacio de recreo. Sobre el palacio, la cuadriga dorada con el Dios Apolo, preside la escultura portando una antorcha que simboliza el sol.

Cada hora la fuente Wasserspiele que cierra el semicírculo del Palacio Nuevo, cobra vida con un juego de agua en el que diferentes esculturas lanzan chorros.
El recinto de los jardines del Eremitatge está abierto gratuitamente al público, salvo la entrada al Palacio Viejo que es de pago. Podemos llegar desde el centro con el autobús 302 o 303.
Maysel & Friends
Si hablamos de cerveza en Bayreuth es imprescindible destacar la histórica fábrica de Maysel -ya son 4 generaciones familiares-, no solo visitable, si no que con el proyecto Maysel And Friends ha explorado nuevas vías, como el Museo de la Cerveza con las antiguas instalaciones, el restaurante Liebesbier, la elaboración de cerveza artesana o la creación del Urban Hotel donde el arte graffitero pinta sus habitaciones.

Maysel es un referente cervecero con su Maysel Weiss de trigo, pero además de degustar sus cervezas podemos llevar a cabo el tour por los túneles en las que se almacenaban para fermentarlas y madurarlas, y que durante la Segunda Guerra Mundial fueron refugios.

DÓNDE COMER EN BAYREUTH
Tanto en el mencionado Liebesbier de Maysel, como en el restaurante Oskar en la calle Maximilianstraße, viviremos experiencias gastronómicas que deleitan el paladar. Algunos de los platos francones a probar son el schäufele (omóplato de cerdo), Kren-fleisch (carne en salsa de rábano picante) o la salchicha Brodwerschd, que siguen preparándose tradicionalmente.

ALOJAMIENTO EN BAYREUTH
Gracias al turismo que llega a Bayreuth podemos encontrar diferentes tipos de alojamiento en la ciudad. El Liebesbier Urban Art Hotel junto a la fábrica de Maysel And Friends ofrece un alojamiento cómodo y moderno, y muy cerca del centro de la ciudad.
CÓMO LLEGAR
Si llegamos en avión a Alemania, los aeropuertos que nos permitirán llegar más rápido y cómodo son el de Núremberg (90 km), Fráncfort (267 km) o Múnich (290 km). Ya en tierra el aeropuerto con Núremberg se conecta con la ciudad a través de la línea de metro U2 en 15 minutos. Desde la estación principal el el tren de Deutsche Bahn enlaza con Bayreuth con una frecuencia de varios trenes cada hora.
En el caso de que tengamos nuestro coche, autocaravana o vehículo de alquiler, las autopistas A9 y A70 conducen hasta Bayreuth.
OFICINA DE TURISMO DE BAYREUTH
La oficina de turismo de encuentra frente al Teatro de la Ópera de los Margrave, en la calle Opernstraße 22.
MAPA DE LOS LUGARES PARA VER EN BAYREUTH
QUÉ VER CERCA DE BAYREUTH
Los alrededores de Bayreuth son una sucesión de verdes colinas que forman el territorio de la Franconia Suiza. Ello permite llevar a cabo rutas de trekking entre la naturaleza, descubrir grutas como las Teufelshöhle (Cueva del Diablo) de Pottenstein con sus formaciones, pescar truchas, practicar escalada o piragüismo, pasear por el Jardín Botánico Ecológico de la Universidad de Bayreuth o combinar deporte con la cerveza gracias al itinerario de —-
Tres años después de la muerte de su esposa Guillermina, el margrave Federico comenzó la construcción de un palacio en Donndorf en 1761, pero nunca lo terminó. Su hija Elisabeth Friederike Sophie, la que el mismísimo Giacomo Casanova consideraba la mujer más bella de Alemania, heredó la propiedad en 1763 y la bautizó como «Fantaisie».
Para 1780 se finalizó el palacio con un jardín rococó. De este período se conservan el pabellón, la cascada y la fuente de Neptuno.
A partir de 1793, Friederike Dorothee Sophie von Württemberg mandó diseñar los jardines según el estilo del jardín paisajístico sentimental, construyendo una catacumba y la Columna de la Concordia. Entre 1839 y 1881, el duque Alejandro de Wurtemberg transformó Fantaisie en su forma actual remodelando el palacio y añadiendo zonas verdes, esculturas, fuentes y terrazas a los terrenos del palacio. El Palacio Fantaisie alberga el primer museo de arte de jardines de Alemania desde el año 2000.
Para los amantes del turismo termal y los balnearios, en el Lohengrin Therme Bayreuth encontrarán un lugar de relax muy reputado.
Otro punto de interés es el Castillo de Zwernitz -con orígenes del finales del siglo XII- en la localidad de Wonsees. Alberga la exposición permanente «Caza Margravial», centrada en el lugar de caza de los Margraves, que maravillados por el entorno y las curiosas formaciones rocosas lo denominaron “Sanspareil” (en francés, “Sin par”).